Como os comentamos en un post anterior, publicamos la "2a. entrega" de nuestro aterrizaje en el mundo del running... Ahí va!
En la vida hay “defining moments” que claramente marcan un antes y un después… Experiencias que simplemente te transforman y te hacen ver la vida y tu día a día con otra perspectiva…
Para nosotros, acabar nuestra primera maratón fue realmente un “defining moment”.
Siempre habíamos hecho más o menos deporte, pero nada de fondo. El windsurf, ski, kitesurf y algo de natación habían ocupado nuestra infancia… Lo de correr lo veíamos como un medio para hacer algo, más que un deporte o fin en sí mismo… Y claro, como os pasará a muchos, "desde fuera" y al lado del windsurf parecía súper-aburrido!
Nuestras primeras zapatillas de running entraron en nuestra vida en el 2001. En mi caso para dar algunas vueltas al Retiro los fines de semana para rebajar peso (desde que me mudé a Madrid en el 2001 y ante la creciente amenaza de no caber en los pantalones por la marcada inactividad me vi obligado a calzarme unas Pegasus), y en el caso de Pepe algunas idas a la Carretera de les Aigües animado por nuestro iniciador en el running: Cristian LL.
Foto de Kanaha durante mi visita a Maui en noviembre del 2005...
Pero el "aterrizaje real" empezó en Navidades del 2006. Yo estaba entonces en USA, y animado por la cultura del running que allí reinaba y por los reports de Pepe que estaba yendo a correr varios días por semana, yo había salido a correr a lo largo del Charles River de Cambridge los últimos meses del año. Nada serio, pero lo del running parecía algo más llevadero que al principio… Pero faltaba algo. Nos faltaba esa chispita que te anima a hacer el último esfuerzo cuando salíamos a correr, darlo todo para mejorar. El 20 de diciembre por la noche, en un momento de “locura” decidimos apuntarnos a la Sant Silvestre, para probar si éramos capaces de completar 10km… Por aquel entonces yo no había corrido esa distancia y Pepe sólo una vez en els Bombers, por lo que el mero hecho de acabar nos parecía un reto importante.
A partir de entonces empezamos a vivir, por primera vez, lo que en los 2 últimos años se ha convertido en parte de nuestra rutina: nervios previos a la carrera, recogida del dorsal en la feria del corredor, más nervios, todavía más nervios, problemas para dormir la noche antes… Y por fin alineados en los cajones de salida. En el último box, claro! Pistoletazo de salida, la masa de gente empieza a avanzar lentamente, griterío ensordecedor… Qué ambientazo! La verdad es que esto estaba bastante mejor que correr por les Aigües…
Cruzamos la línea de salida y, pecando de inexperiencia, empezamos a sprintar, esquivando a gente, corriendo por el césped de la mediana… como si se tratase de 100m lisos. Llegamos al km 1 desfondados. Pepe empezó a acusar dolores en el peroné que se había roto meses antes haciendo windsurf, pero de momento aguantaba. Los dos íbamos sin embargo sacando el hígado, y eso que sólo llevábamos 1.5km! Bajamos el ritmo en picado, hacemos la goma salvajemente y poco a poco nos recuperamos… Llegamos como pudimos al avituallamiento del km 5, cogemos el agua y recargamos fuerzas. Medicinal! Sólo quedaban otros 5km! Llegamos hasta el km7.5 más o menos bien, donde Pepe se tuvo que retirar por un dolor fortísimo en el peroné. Yo estaba arrastrándome, más ahora que no contaba con el apoyo y la inyección de moral de correr con mi hermano…
Los últimos 2.5km fueron de los más duros que recuerdo hasta el momento junto con la "pájara" de la media de Barcelona en el 2007 (otro día os cuento... O mejor Pepe que me vio protagonizar una anécdota tremenda en el avituallamiento de la llegada, en que yo iba totalmente zombie)… Y más entonces que todavía no me había acostumbrado a sufrir… La recta desde Diagonal Mar me pareció eterna… A cada paso me planteaba parar… Pero de algún modo conseguí seguir corriendo. Curva a la derecha por Salvador Espriu, nuevo giro, subidita de 15m matadora y llegada a la meta! Tiempo neto 43min. Sabor agridulce por no haber podido compartir este momento con mi hermano, aunque él ya había tenido la sensación de acabar 10k en els Bombers unos meses antes.
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