Ironman Austria 2009 – El Largo Camino Hasta la Línea de Meta

jueves, julio 9 ·

Mi periplo comenzó hace ya un año en NYC, cuando, al igual que Javi y Pepe, decidí registrarme al Ironman de Klagenfurt. Cabe decir que la decisión de apuntarse al Ironman no se toma de la noche a la mañana. No es la copa de más la que te empuja a empezar tan largo camino. Tiene que haber una historia detrás y te la tienes que creer.

Obviamente, haber estado expuesto a gente como Christian y otros IM finishers de mi entorno, e incluso a Javi y Pepe, junto a mi naturaleza de “culo veo culo quiero” me ayudaron a tomar la decisión. Debía dejar escapar la oportunidad de realizar semejante proeza junto a mis amigos? Mi respuesta a esa pregunta fue un rotundo NO. Me habría apuntado al IM sin el empuje de los Rigau? Probablemente no, por lo que les estoy/estaré eternamente agradecido.

La historia se repetía y, de forma similar a lo que sucedió en la maratón de Barcelona de 2006, me uní al equipo Rigau en el camino hacia el IM.

Era julio y, tras un apoteósico primer año de MBA en NYC, mi estado de forma no era envidiable. Me gusta el deporte y siempre lo he practicado, pero también me gusta la “vida social” y en NYC hay mucha. Hasta el momento mi puesta a punto había consistido en una hora y media de entreno semanal con el club de futbol, media horita cada dos semanas de salto de trampolín, algo de trekking por Nepal, alguna escapada a hacer wake en NY upstate, esporádicos trotes en Central Park con Miguel y Lau (grandes amigos del MBA), y sesiones pre-Happy Hour en el templo (el gimnasio de la universidad). Es decir, que partía prácticamente de 0 en cualquiera de las disciplinas.

Fase I: Equipo y Plan de Entrenamiento
Iban pasando las semanas y parecía que mi objetivo de ser Ironman no se acercaba. Cierto es que incrementé mi ritmo de entreno, con trotes a las 6am en Central Park con Miguel (gran parte de mi IM es suyo) un par de veces a la semana y sesiones de bici en el gimnasio de la oficina, pero sin plan de entrenamiento ni orden alguno.

A mediados/finales de octubre Juan, un amigo de Miguel que me metió media hora en el JerseyMan ’09 (un ½ IM), me puso en contacto con Juan García Casatti (Juancito), entrenador de JCT Racing (www.jctracing.com) y amigo. Pronto se convirtió en el oráculo. Me recomendó una Colnago CLX, que ha sido una gran compañera, y empezó a “cocinar” la receta para convertirme en IM finisher. Sin Juancito no era/soy/seré nada y su método de entrenamiento ha resultado ser, una vez más, extremadamente efectivo.

Fase II: Entrenando para el IM
Si bien he mencionado que “me uní al equipo Rigau en el camino hacia el IM”, nuestros caminos no podían estar más alejados. Estando ellos en Madrid y yo en NYC se antojaba complicado compartir experiencias más que por teléfono o email.

Sin embargo, encontré a varios amigos en el MBA que me apoyaron en todo momento. Miguel, quien en varias ocasiones me dijo que no me convirtiese en un triatleta porque son débiles y a la mínima se lastiman (tiene toda la razón del mundo), me acompaño en la mayor parte de los entrenos de correr y nadar, a los que de vez en cuando se unían Lau (su mujer), Moli, Tommy, Nick, Julien, Boada, Néstor, etc. También me introdujo al Fernet-Cola, lo cual me costó algún que otro entreno de fin de semana… Miguel acabó haciendo el JerseyMan ’09 con Juan y conmigo en menos de 6 horas!!! Eso sí que tiene mérito.

Rafa se hizo con una Specialized Tarmac y me acompaño a rodar varias veces al parque. De todas formas, por incompatibilidad de horarios, especialmente durante los fines de semana hehehe, no pudo acompañarme en las grandes salidas.

Juancito también me sacó a “pasear” alguna vez, pero claramente estábamos en galaxias distintas (yo participaba en carreras y el las ganaba).

Al margen de los amigos que se convirtieron en compañeros de entreno (seguro que me dejo a más de uno), me gustaría recapitular los grandes momentos (la mayoría de ellos reflejados en algún post) de la fase de preparación:

  • (diciembre 2008 / enero 2009) Entrenando en Uruguay/Argentina/Chile/Colombia: tras un par de meses (noviembre y diciembre) haciendo la primera fase de entrenamientos llegaba el “paron” navideño de casi cinco semanas. La primera semana en Barcelona, luego una semana en Punta del Este (Uruguay) para pasar fin de año, luego unas dos semanas de road trip por Argentina y Chile, y finalmente cuatro días en Cali (Colombia). Obviamente mi querida bici se quedó en NYC, pero pude hacer alguna sesión de running en Punta del Este bajo un calor infernal y unas resacas escandalosas, y un par de sesiones de spinning
  • (enero 2009) Half Marathon de Manhattan: tras el “paron” navideño llegaba el primer test. Se trataba de correr la media maratón en 1h35m. Lo veía complicado, sobre todo después del bajo ritmo de entrenos durante Navidad. Salimos Julien y yo a las 7am, con una temperatura de -10ºC y sensación con windchill de -18ºC, y mucha pereza. Al final, tras una carrera en la que las bebidas de los avituallamientos estaban congeladas y en la que tuve que parar una vez para ir al lavabo, objetivo incumplido: 1h39m
  • (febrero 2009) 20k Boston Buildup: esta vez hice una buena carrera (para mis estándares) en un circuito con un desnivel fuera de lo común y con una parada de emergencia para ir al lavabo. Tiempo: 1h25m
  • (marzo 2009) 30k Boston Blowout: engañe a Miguel para que corriese conmigo esta carrera popular (unos 200 corredores) para la que teníamos que coger un tren a las 5.30am. Carrera un poco accidentada por el diluvio universal y porque tuve que parar tres veces para ir al lavabo. Tiempo: 2h19m
  • (mayo 2009) JerseyMan ’09 (1/2 Ironman): Juan, Miguel y yo nos apuntamos a lo que era nuestro primer ½ IM. Mi objetivo era bajar de las 5h30m. No tenía referencia alguna y no sabía cómo podría correr tras 90k en bici. Tras una nadada bastante buena (30m52s), me subí a la bici con ganas. Tuve algo de mala suerte: pinché tres veces y me di un buen galleto. Acabe la bici con las dos ruedas pinchadas, llantas dobladas y manillar roto con un tiempo de 3h06m. Corrí en 1h48m, algo más lento de lo que pensaba. Al final, Juan acabo en 5h06m (alucinante!!!!), Miguel en 5h59m (increíblemente meritorio) y yo en 5h32m (objetivo incumplido)
  • (mayo 2009) Half Challenge Barcelona ’09: siendo mi segundo ½ IM en dos semanas iba tranquilo. Además, sabía que no podía ir peor que el JerseyMan. La natación fue complicada por el oleaje (33m24s), la bici algo ficticia ya que en algún momento rodé en pelotón (2h24m) y la corrida muy buena para mi nivel (1h38m). Al final acabé en 4h43m y con buenas sensaciones
  • (junio 2009) Cochinillo Challenge: como parte del programa de despedida de soltero de Pepe, fuimos desde Madrid a Segovia en bici. Fue una gran salida pues era la primera de este estilo (en NYC mis salidas consistían en dar vueltas al circuito de ca. 10km de Central Park, con un máximo de 15 vueltas!!!) y bastante dura (unos 160k y 3000m de desnivel positivo)
A pesar de que nadie quería decirlo en voz alta, a estas alturas todos pensábamos que, si no había algún imprevisto, estábamos preparados para convertirnos en IM finishers.

Fase III: Viaje a Klagenfurt y Días pre-IM
Alquilé un coche para recorrer los 540k que separan Milán de Klagenfurt. Algo de show ya que la de la compañía de alquiler no se enteraba mucho de la película y me tuvieron dando vueltas por Milán una horita. Finalmente, tras alguna peripecia al volante y conversaciones motivacionales conmigo mismo, llegué a Klagenfurt, donde Javi y Pepe estaban poniendo a punto sus maquinas. Yo hice lo propio.

Los siguientes días transcurrieron con normalidad y algo de nervios. Que si el traje de neopreno, que si el desviador de la bici, que si el coche va con diesel y no con gasolina, que si pasta de primero y pizza de segundo o al revés, que si me voy a alimentar a base de squezees, etc.

También tuvimos tiempo de ir a nadar, rodar en bici y trotar…


Fase IV: Graduación en Klagenfurt

El día empezó pronto. A las 4.15am, Pepe y yo, que compartíamos habitación, nos poníamos en pie, prácticamente al mismo tiempo que Javi hacia entrada. Preparamos rápidamente el desayuno, a base de bocadillos de pavo (yo me baje dos en un abrir y cerrar de ojos, medio obsesionado con el tiempo de digestión), recuperation y coke. Una mezcla explosiva en un estómago al que le gusta sorprender en los peores momentos.

Una vez terminamos de preparar la bolsa de special needs, con bocadillo de nutella, oreos, geles y demás, bajamos a la recepción del hotel, donde ya había bastante gente esperando el autobús que nos llevaría hacia la línea de salida.

Últimas comprobaciones a la bici, bolsas de transiciones y special needs, una pasada por las letrinas (ya empiezo a conocer a mi organismo) y a enfundarse el neopreno. De camino a la playa comentábamos de ponernos en la salida lenta (había una playa dividida en dos por un muelle y supuestamente los nadadores lentos se estaban colocando en la izquierda), pero con las prisas y demás conseguí que nos colocásemos en la salida rápida.


Natación
Sin tiempo para hacer unas brazadas de calentamiento, los pros saltaban al agua y se colocaban en la salida, a unos 40-50m de la orilla. Todavía medio empanado escuché el pistoletazo de salida y pregunté: “aixo es la sortida? No era water start?” En teoría la salida era desde el agua para todos, pero sólo los pros lo hicieron así. Además de no ser pro tengo que nadar 50m más?

La salida fue bastante accidentada, con galletas y patadas de todas las modalidades (palma abierta, puño cerrado, etc.). A las tres brazadas escuche como el polar se paraba y a los 50m ya me habían sacado la gafas, lo cual tampoco me hizo perder mucho tiempo (este año no quería ganar el IM). Fue un agobio hasta la primera boya (unos 600-700m), tiempo en el que no paraba de escuchar la voz de Nalex diciendo “Nedas, vas a disfrutar mucho nadando tío”. En estos momentos sólo pensaba en salir del agua y liarme a guantazos con los 100 tipos que ya me habían “puesto la mano encima”.

Después de la primera boya me vi solo y durante un buen rato pensé que realmente estaba nadando bien, pero no era más que un espejismo. Levanté la cabeza y vi la gran masa a cierta distancia, instante en el que supe que mi rumbo no era el óptimo. Daba igual, estaba nadando tranquilo y a buen ritmo.

Cada vez que pasaba una boya se repetía la historia de la salida, aunque por suerte quedaban pocas. Los últimos 800-900m transcurrían en un canal y obviamente volvieron los apretujones, los manotazos, etc. Está bien que la gente quiera hacer tiempo, pero no entiendo que a 20m de la llegada un tipo me pase por encima. Le dije de todo, pero en retrospectiva puedo llegar a entender su comportamiento.
Algo que realmente agradecí es no nadar en agua salada, básicamente por la cantidad de agua que tragué (la del canal ya no sabía tan bien).

Me encantó la salida del agua. Había una rampa con pavimento algo deslizante que los voluntarios te ayudaban a subir. Literalmente te sacaban en brazos del agua.

Hasta aquí no tenía ni idea del tiempo que había hecho ya que el polar se había parado tras un manotazo. En la T1 pude hablar con un alemán que me dijo que habíamos salido en 1h01m.

Al final de la carrera pude comprobar que nade en 1h00m39s.

T1
La transición no tuvo gran cosa. Le di un par de sorbos a una botella con recuperation, me cargué de geles y barritas y corriendo hacia la bici.

Hice la chapucería de dejar los zapatos enganchados en la bici y creo que hice bien, porque había que caminar un buen rato hasta poder montarse a la bici.

Al final, transición en 5m11s.

Bici

El inicio de la bici me pareció muy gracioso. No porque el recorrido estuviese lleno de payasos haciendo el tonto, sino porque un par de días antes habíamos ido en coche a inspeccionar el recorrido y no tenia nada que ver!!! De hecho el que estaba haciendo en bici era mucho más bonito.

Empecé algo relajado para no cargar mucho las piernas al principio. Lo que más me preocupaba era no pasar por encima de grietas o golpear OTNIs con los que pudiese pinchar. A los diez minutos sentí que pinchaba y empecé a gritar y acordarme de las familias de todo el mundo, pero por suerte ni pinché ni nadie me oyó.

Los primeros kilómetros eran bastante rápidos y me salían medias de 33-35 km/h, con puntas de velocidad bastante altas. Nada que ver con las velocidades que alcanzaban los pros con casco aero y ruedas lenticulares.

Algo de rabia que de vez en cuando pasaban grupos de ciclistas. En estas situaciones no sabes si ponerte delante e intentar escapar, lo cual es improbable y contraproducente en una carrera de larga distancia, o dejar que pasen. En plano es una batalla perdida, así que opté por dejarlos pasar.

Para no aburrirme en la bici, había planeado ser muy metódico: ingerir geles/barras (cada 30min 1 gel o ½ barra) y beber cada 10 minutos, alternando agua y bebida energética. Era una forma de marcarme pequeños hitos que pensaba iban a ayudar. Por otro lado, me había propuesto no mirar la distancia recorrida hasta cruzar la línea de meta, lo cual conseguí. Me guiaba por la velocidad media (no hay que ser ingeniero para saber la distancia recorrida con velocidad media y tiempo, pero era más un cuestión psicológica).

Mi estrategia de alimentación duró poco. Obviamente, bebía cuando me apetecía. En cuanto a la ingesta, pronto comprobé que las barras no me estaban entrando bien y opté por tomar sólo geles (y algún trozo de plátano que pillé al vuelo en los avituallamientos).

Entre pitos y flautas ya estaba en el tramo divertido de los puertos y los esperaba con ganas. Era el momento de empezar a meter hachazos a los que me arrancaban las pegatinas en los planos. Una lástima que no durase más (lo digo ahora sentado en la oficina hehehe). El primero era el Egg am Faaker See (nos reímos bastante con el nombre…), con un desnivel medio del 6.8% y un máximo del 10%. Luego unos kilómetros de falsos llanos y toboganes para atacar el Rupertiberg, de 5.9% de desnivel medio y 11.7% de máximo.

En la primera vuelta llegué al Rupertiberg extremadamente motivado y, con la emoción y el DJ pinchando música animada, lo demostré con unos bailoteos encima de la bici.

Justo tras el Rupertiberg empezaba el tramo más rápido del recorrido, bajando de 686m a 400m en cuestión de 30k, aunque todavía quedaban un par de rampas. En una de ellas se me salió la cadena y, sin perder apenas unos segundos, la coloque y seguí “escalando”. Cabe decir que había estado cuidando la mecánica de la bici durante toda la carrera, cambiando los platos muy lentamente para evitar este tipo de situaciones y sin forzar la cadena. A pesar de este pequeño contratiempo, la bici se comportó como una campeona.

Tras unos kilómetros un pelo más aburridos pero ciertamente bonitos, llegué al final de la primera vuelta con un tiempo más bajo del que pensaba (2h32m y una velocidad media de 35.5km/h). Un kilómetro después un voluntario me esperaba con mi bolsa de special needs, la cual cogí al vuelo. Me guardé los geles y tire el bocadillo de nutella que habíamos preparado con tanto cariño.


Ya “sólo” quedaba una vuelta. Me quedaban fuerzas pero también sabía que quedaba una maratón entera por delante y, sabiendo que no corro bien, quise conservar algo más, poniendo en practica los consejos de Nalex de ir estirando gemelos, lumbares y glúteos.

La segunda vuelta se hizo algo más dura, aunque en ningún momento tuve sensación de cansancio extremo. No sé si fue fruto de la ingesta masiva de geles o del sol, pero en varias ocasiones me vi hablándole a mi bici en voz alta. Frases como “vamos Colnago no me falles ahora” o “lo estas haciendo de coña” se repitieron en varias ocasiones.

Tenía muchas ganas de llegar al Egg y el Rupertiberg, no sé si porque sabía que a partir de ahí todo era “bajada” o porque era la parte más animada del recorrido. Finalmente llegó el Rupertiberg y las rampas previas, y las piernas ya no estaban tan frescas como en la vuelta anterior. En cualquier caso, mi Colnago y yo nos comportamos debidamente, dejando atrás ruedas lenticulares y volviendo a danzar al son de la música.

El Rupertiberg estaba superado con nota alta y sabía que, si la bici no me fallaba (a partir de aquí incrementé la frecuencia con la que conversaba con mi bici), saldría un tiempo más que decente. Por mi cabeza ya empezaba a sonar la palabra maratón, aunque intentaba no hacer mucho caso.

En el ultimo kilómetro de la bici tuve tiempo de ingerir un gel, dar los últimos sorbos de agua y desabrocharme las zapatillas para hacer una llegada a lo pro. Me bajé de la bici con un tiempo de 5h14m (34.3km/h) bastante contento y con energía.

T2
Al igual que en la T1, en la T2 intenté no perder tiempo. Le di un par de tragos a una botella con recuperation, me cargué con 3 geles y 3 squeezes, me puse mi visera de JCT Racing, pasé por una de las letrinas y a correr.

Salí en 4m34s.

Maratón
Desde el momento en el que me apunté a esta locura del IM, sabía que la maratón sería lo más duro. Por un lado, es la disciplina que peor se me da. Por otro, hacer una maratón después de 3.8k de nado y 180k de bici no es sencillo. Es cierto que tenía experiencia en maratones (Barcelona ’06 y Madrid ’07), pero también es cierto que no conseguí acabar ninguna sin caminar. Obviamente, la maratón del IM no iba a ser la primera.

Empecé a correr suave y, por fin, vi caras conocidas. En el km1 estaba el séquito de los Rigau, animando como nunca, lo cual me dio mucha fuerza para el primer cuarto de la maratón. Empecé a coger un ritmo fuerte y, en mi caso, no sostenible. Me salieron bastantes 4m40s/km durante los primeros kilómetros y estaba más o menos bien, pero sabía que tarde o temprano iba a reventar. El dilema era (1) sigo a este ritmo hasta que pete porque sé que voy a petar de todas formas y al menos gano tiempo, o (2) me relajo un poco e intento no caminar?



Mientras debatía en mi interior me crucé con Pepe. Yo bajaba por la recta de atrás, entre los kilómetros 7 y 8, y él corría entre los kilómetros 3 y 4. El tío iba muy cómodo mientras yo empezaba a sufrir el simple hecho de que mis alitas de pollo no están hechas para correr largas distancias. Mi cabeza iba loca haciendo cálculos y suposiciones: “le llevo 4km, yo estoy corriendo a 5min/km pero en breve voy a reventar y subir a 6min/km y el probablemente a 4m40s o 4m50s y sé pondrá a velocidad de crucero de 5min/km. Yo voy a 10km/h y el a 12km/h, en 2horas me pilla…”. Mientras me distraía haciendo cálculos mentales vi pasar a Javi. El tío iba lanzado! Que envidia como corren los hermanos Rigau. Son ambos unas bestias.

Mi calvario empezó entre los kilómetros 12 y 13. Ahí fue cuando decidí parar de correr. Sabía que llegaría el momento, pero tan pronto? Tras unos segundos pensando que no era Ironman ni era nada, retomé el trote cochinero. Me repuse más o menos rápido y pase de un ritmo de 5m36s/km entre los kilómetros 12 y 16 a 4m56s entre el 16 y el 20.

A todas estas me crucé otra vez con Pepe y me dio la sensación de que más o menos manteníamos la misma distancia que en el cruce anterior (a posteriori vi que durante la primera media maratón sólo había perdido 30seg con respecto a Pepe y algo más de 5min con respecto a Javi).



La única diferencia es que yo iba a menos y cada vez estaba más débil. Para motivarme y no caerme mucho moralmente, me plantee lo que quedaba de maratón como un ejercicio de series de 2-3km (distancia entre cada avituallamiento). Corría 2-3km a un ritmo decente y caminaba un buen rato en el avituallamiento con una metódica bastante definida: esponja por la cara, un vaso de agua en la cabeza, un sorbo de bebida energética, un gel (de forma alternada), un vaso de agua y un sorbo de coca-cola. Conseguí aguantar bastante este ejercicio, aunque en alguna ocasión caminé sin la excusa del avituallamiento.

Llevaba la camiseta y los pantalones empapados del agua que me tiraba por encima, y cada poco tenía que ir subiéndomelos porque se me caían. De todas formas, cada vez quedaba menos para la meta y los ánimos del séquito, Jayi y Pepe, que en una ocasión soltó un “corre que te’n vas a Hawaii”, me animaban a continuar. Por otro lado sabía que amigos como Chop me estaban siguiendo online y no quería decepcionar.

Por fin el último giro antes de encarar los últimos 5km de la maratón. Me volví a cruzar con Pepe que iba sacando polvo y ya lo tenía a tan solo 8 minutos. Apreté los dientes y tire un par de kilómetros a 4m05s – 4m10s para luego volver a relajarme y disfrutar del momento.

Estaba a punto de lograrlo. Estaba a punto de convertirme en un IM Finisher y con un tiempo muy bueno!!! Enfilé la recta final y no pude más que alzar los brazos, saludar al séquito y convertirme en un Ironman.


Con un tiempo final en la maratón de 3h46m, superé mi marca de Barcelona y encima llegué sin sangre en los pezones!!

Tiempo final del Ironman: 10h11m

Mientras esperaba a Pepe y a Javi en la meta, que llegaron en un abrir y cerrar de ojos, me estiré un momento en las gradas siguiendo el ejemplo de otro finisher. Craso error! Primero por no estirar (el martes aún andaba tipo robocop). Segundo porque al levantarme me bajó la tensión a lo bestia y me quedé sin energía y me tuvieron que dar un “chute” de suero (al otro finisher se lo llevaron en camilla).

Una de las mejores sensaciones de mi vida y, como dicen, “there’s no better feeling of accomplishment in life than finishing the Ironman”

La pregunta ahora es, cuál es el next challenge?


5 comentarios:

Chop dijo...
09 julio, 2009  

Edu tu next challenge esta claro, bajar el nivel y ser mas NORMALman, deja que te gane en algun deporte por ejemplo.

Anónimo dijo...
09 julio, 2009  

Enhorabuena chavales por lo conseguido, aqui un deportista de elite ni se lo plantea, asi que sois unos monstruos.
Ahora me uno a Chop y a ver si de una vez por todas sale un deporte que no arrases cabron!!!
Un abrazo, Gonzalo

Alemán dijo...
10 julio, 2009  

Edu Felicidades!!! Gran crónica!!!! Vaya marca!!! Estoy contigo que los Rigau corren como auténticas gacelas!!!!

Un abrazo,

ALEMÁN

Unknown dijo...
10 julio, 2009  

Gracias a todos!! Christian, lo tuyo tambien monstruoso! Al final donde pasaste a Faris? en la bici o en la maraton?

que grande!!!!!!!!!!

Abrazo,
Edu

Martin dijo...
20 julio, 2009  

Edu!!!!!!

Espectacular cronica y espectacular i ronman!!

enserio eres admirable y envidiable, ya que muchos nos planteamos retos como estos ( y no tan extremos) y nisiquiera somos capaces ni de de levantarnos pronto un día para ir a correr media hota!! :$

yo por ejemplo llevo tiempo planteandome correr una maraton,y no se cuantos años mas pasaran hasta que inicie un entrenamiento para realizarla.

De nuevo felicidades y adelante con nuevos retos IRONAMAN!!!

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