The JerseyMan: Half Iron en Clinton, NJ

Edu, el tercer mosquetero que probará suerte en el IM de Austria con Javi y conmigo (Pepe), hizo su primer 1/2 IM con más de un altercado pero del que ha sacado muy buena experiencia! A ver si nos pasa tips para el 1/2 Challenge de BCN!


Crónica de Edu
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El sábado 9 de mayo corrí mi primer Half Iron en un tiempo de 5h32m47s (S: 30:53; B: 3h06m43s; R: 1h48m07s). Fue una gran experiencia y estoy seguro de que repetiré…

A continuación relato como viví los últimos días de la carrera y, por supuesto, lo que sucedió durante mi “accidentado” Half Iron.

Pre-race: Cape Cod para relajarse antes de la carrera

Tras un par de semanas intensas haciendo papers y exámenes, me fui con un grupo de amigos de la universidad a Cape Cod para celebrar fin de exámenes y, en mi caso, el final del MBA!!!

Era una ocasión ideal para relajarme antes de la carrera (sábado 9 de mayo) y no pensar mucho en el Half Iron. El plan de Cape Cod, de miércoles 6 a viernes 8 de mayo, era más bien un anti-plan para un “prospective” half ironman: beer kegs y alcohol por doquier, comida insalubre en abundancia y, por si fuera poco, lluvia prevista.

En cualquier caso, Miguel Murray (mi compañero en esta andadura) y yo supimos comportarnos e incluso sacamos tiempo para hacer alguna sesión de entreno suave y una remojadita en las gélidas aguas de Cape Cod.

Tras una intensa estancia, condujimos de vuelta a NYC y enfilamos hacia Clinton, NJ. Tras unas 6 – 7 horas de coche llegamos a destino, con cena incluida en Dunkin Donuts a base de bagels y cream cheese.

Sólo nos quedo tiempo para poner a punto las bicicletas bajo la sabia supervisión de Juan Munster, que completaba el equipo hispano-argentino.

Race day: Llegó el día D y se acabaron las especulaciones

Mi despertador, el sonido del cual simplemente odio, sonó a las 5.30am y salté a cual saltamontes de la cama. Rápidamente me preparé el desayuno (bagel con cream cheese para variar) y un botellín de Accelerade para tener tiempo suficiente para hacer la digestión.

A las 7.00am llegamos a la zona de transición para hacer el check-in. Se respiraba muy buen ambiente y la música de Rocky de fondo, con los pros paseando sus máquinas, le daba un toque de glamour al evento. El miedo empezaba a apoderarse de nosotros…



A las 7.30am se cerraba la zona de transición y mientras todos los corredores nos dirigíamos a playa, ya con los trajes enfundados.



Natación

La salida se dio con unos minutos de retraso, los suficientes para que los lifeguards se distribuyesen a lo largo del recorrido y para que el nerviosismo creciese entre los corredores.

Meeeecccccc, la bocina indicando la salida. A pesar de que en la primera manga no había muchos corredores, los primeros metros de la natación fueron intensos: patadas en la boca, manotazos, etc. No quiero ni pensar lo que nos vamos a encontrar en Austria…

Una vez superados los primeros compases, me centré en nadar en línea recta, algo más difícil de lo que pensaba, sobre todo cuando nadas más o menos en solitario. Tras un gran esfuerzo salí del agua en 30m52s, algo más rápido de lo que tenía pensado.

Vale la pena recalcar la experiencia de nadar con traje, el cual sólo había utilizado para practicar surf, windsurf, etc. Durante la nadada sentí los brazos bastante pesados y pensé que estaba nadando más lento de lo normal. Al final, supongo que la mayor flotabilidad me ayudó a robarle unos segundos al crono.

Transición 1

Creo que mi primera transición fue bastante lenta, aunque no empecé mal del todo. Había nadado con el culotte debajo del traje y al salir del agua seguí el manual (el único que conozco claro) al dedillo: tras salir del agua abro la cremallera, me saco gorro y gafas, me saco la parte de arriba del traje dejando el gorro y las gafas dentro de una de las mangas, y a seguir corriendo.

Pensé que no perdería tanto tiempo poniéndome maillot, calcetines, guantes y casco, pero supongo que como buen rookie todavía tengo mucho que aprender.

Al final unos 5-6 minutos. De todas formas, ya sabía que mi carrera no se ganaba o perdía en las transiciones.


Bici

A priori, el recorrido de la bici era sencillo, lo cual pude comprobar a medida que avanzaba la prueba. El primer tramo de plano-bajada fue rápido, con una velocidad media de ca. 34km/h.

Luego llegó la parte más bonita y dura del recorrido, un bosque con subidas pronunciadas pero nada fuera de lo común. Antes de salir del bosque pasé por los 45km con una media de velocidad rondando los low 33km/h.

Finalmente encaré la última parte del recorrido, que era muy rápida. Planos bastante largos en los que había corredores que no respetaban mucho la prohibición del drafting. De hecho, durante unos 15 minutos tuve a un ciclista pegado a mi rueda de atrás. Cada vez que me enjuagaba la boca y “escupía” el agua lo duchaba!! Por suerte no aguantó mucho pegado.

A partir del km 60 llegaron los primeros problemas. En un cruce de carreteras en el que se tenía que cambiar de carretera, entré a toda velocidad a la curva de derechas con tan mala suerte que golpeé un OTNI (objeto terrestre no identificado) con la rueda trasera. Automáticamente empecé a escuchar el aire saliendo de la cámara. La verdad es que, a pesar de haber visto a ciclistas durante todo el recorrido cambiando cámaras, no me podía imaginar cómo pinchar rueda en carretera de asfalto. Pues me ocurrió. Me alegro de que nadie estuviese a mi alrededor en ese momento, porque utilicé mi repertorio más soez para acordarme de todo el mundo.

Lo más curioso es que la primera vez que pinché fue la semana anterior en Central Park y no pude cambiar la cámara porque no tenía la palanca para separar la cubierta, por lo que tuve que volver caminando.

Como buen rookie, en la carrera tampoco llevaba palancas, así que pensé que todo había terminado. Tras unos instantes de reflexión, empecé a buscar como loco objetos para hacer palanca… finalmente utilicé la propia carga de aire comprimido y funcionó!!! Tras unos 13-14 minutos parado en medio de la nada conseguí cambiar la rueda. Entre las prisas y las ganas de hacer un buen tiempo cometí dos grandes errores: (1) hinché la rueda a tope con aire muy frío, pensando que así habría menos resistencia con el suelo, y (2) no coloqué la rueda bien del todo, por lo que la llanta hacía algo de fricción con el freno.

El error (2) lo solventé de forma chapucera. Simplemente dejé la pinza del freno de atrás abierta (como cuando vas a sacar la rueda) y la iba cerrando en bajadas muy pronunciadas. El error (1) no lo identifiqué hasta el km 77-78, cuando el neumático de atrás explotó literalmente. Maldita ley de Boyle-Marriott. Cuando el aire de la cámara empezó a coger temperatura se expandió hasta que la cámara no pudo más… boom!!!!

Obviamente no tenía más recambios, así que, consciente de que sólo quedaban 12-13km, seguí pedaleando con furia. Curiosamente me salían buenas medias y seguía pasando a corredores, que se asustaban al escuchar el sonido de la quasi-llanta sobre el asfalto. Uno de ellos me soltó un: “dude, that sounds like a damn horse!”. De todas formas, la bici se hacía más difícil de controlar en las curvas y tenía que ir con algo de cuidado.

La tranquilidad no duró mucho. Empujado por la emoción y las ganas de acabar me olvidé de que iba con el neumático de atrás reventado. Fue entonces cuando, mientras adelantaba a un ciclista en una bajada a 35-40km/h, perdí el control de la bici, me fui a la cuneta o al “pasto” y me comí otro OTNI con la rueda delantera. Esta vez volé por los aires con speed-loop incluido. El tío al que acababa de pasar alucinó!!! Por suerte me levanté rápido y todo estaba en su sitio, así que le grité un “I am fine” para que no se preocupase y siguiese pedaleando.

Mi bici sufrió más que yo: el manillar doblado y, lo peor, la rueda de delante petada!!! Quedaban 10km y tenía las dos ruedas pinchadas. No parecía mucho, así que me subí a la bici sin pensarlo dos veces y a acabar como fuese. Esta vez me dediqué a pedalear con cautela porque con la rueda de delante en esas condiciones irse al suelo era cuestión de tiempo.

Finalmente llegué sano y salvo a la meta, con un tiempo de 3h06m43s.

Transición 2

Esta transición mucho más rápida que la primera. Dejé los zapatos enganchados en los pedales y salté de la bici. En un momento dudé si cambiarme de calcetines o no porque los calcetines que uso en la bici son muy gordos y de hecho nunca había corrido con ellos. Al final, por pereza y por no tener muy claras las transiciones no me los cambié y salí a correr.



Correr
Nada digno de mención durante el “trote”. Lo único es que pude comprobar, una vez más, que mi cuerpo no está hecho para correr. Durante las primeras millas pude aguantar un ritmo decente, pero a partir de la milla 4 empecé a tener altibajos, pasando de correr en 7m20s la milla a 9m20s.

Paré en todos los avituallamientos y no empezaba a correr hasta haberme bebido mi dosis de agua (nunca supe beber de vaso corriendo), pero al margen de eso corrí todo el recorrido. En las últimas millas me puse las pilas y volvía a los low 7min/mile


Al final, crucé la línea de meta con 1h48m07s, para completar mi primer Half Iron en 5h32m47s.