Half Challenge Maresme - Crónica de Diego

Diego nos ha mandado su crónica de cómo vivió el Half Challenge. Nos ha encantado! Texto muy "inspirational" que, a los que estuvimos allí, nos recuerda el torrente de sensaciones que se viven en las pruebas de fondo y, a los que no estuvisteis, seguro que os anima a poner un reto como éste en vuestra agenda como vuestro Next Challenge!

Diego, muchas gracias por la gran crónica y enhorabuena por el Half! No bajes ahora la guardia que para el próximo septiembre se está cociendo ya la II edición del Almost Man... Os mantendremos informados!

Y a los demás, animaros a mandar vuestras crónicas que, al final, son lo que nos ayuda a motivarnos, mejorar y a aprender de cara a nuestros próximos retos!

Que disfrutéis de los entrenos este finde!

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Fue un 8 de octubre. Acabábamos de volver de Barcelona después de correr la Triatlón de Barcelona. Mi primera triatlon, con un traje de agua de €20 comprado en Decathlon y mi mountain bike de 120kgs. Creo que tardé unas 3h 30min o puede que más (una burrada). Aún así muy contento de haber completado mi primer triatlon.

Bueno, pues el miércoles 8 de Octubre de 2008, a las 15:41 de la tarde, el clan García-Nieto, Alberto Corcóstegui y yo recibíamos un email de Miguel de Bertrán proponiendo el Half Challenge de Barcelona. La respuesta es unánime e inmediata: A POR ELLO.

La semana siguiente el reto se extiende a otros miembros destacados del equipo: Arnau, Ivan, Juan, Luis, Iñigo... Y empezamos a inscribirnos. Recuerdo los problemas con la web al inscribirnos, el cambio de fecha de la prueba que en un principio iba a ser un 10 de mayo...
Recuerdo que la primera gran gestión era conseguir bici de carreras. No podíamos afrontar este reto con mountain bikes. Así que algunos tiramos la casa por la ventana y, con la ayuda de Miguel y sus contactos en el mundo del deporte, nos hicimos con una bici como dios manda.

Mientras tanto empezábamos a entrenar como podíamos. Los emails eran constantes, intercambiando opiniones y sensaciones. Además, algunos teníamos el reto de la maratón de Marruecos en enero. Ahí se planteo la disyuntiva: ¿qué hacemos? Corremos Maratón y Half o cambiamos a Media Maratón y Half para que no sea tanta carga. En Marruecos el formato consistía en que la salida de la media maratón y de la maratón era la misma, y luego la carrera se partía... Se plantearon algunas dudas de si era mejor correr media o correrla entera. Pero al final, el equipo dio muestras de su garra y corrimos maratón completa. Algunos grandes del equipo incluso lo decideron el día antes de la carrera. Esto fue el 25 de Enero de 2009.

Cuando terminamos y volvimos a España comenzó la preparación de nuestro objetivo final. El equipo estaba más perdido que un pulpo un garaje. Y ahí de nuevo apareció la figura de Miguel. Poniendo orden y pidiendo ayuda. Fue un email del 11 de Febrero de 2009 que tenía por título: SALVEMOS LA HALF CHALLENGE DE BARCELONA!!! Iba dirigido al Míster Ajram Tares, con copia a todo el equipo.

La respuesta de Josef no se hizo esperar. El 22 de Febrero de 2009 llego el primer email: Entrenos semana 1. Y ahí empezó nuestro Challenge. Emails constantes dando el parte del grado del cumplimiento del plan. El nivel de compromiso del equipo fue espectacular desde el momento uno. Por el medio ha habido todo tipo de "distracciones": nacimientos de hijos, horas de curro interminables. Pero la fuerza mental, el afan de superación de este grupo (y el apoyo de quienes nos rodean) ha demostrado poder con todo.

Después de tres meses de duro entrenamiento. Llega por fin la semana de la Half. Los de Madrid tenemos que organizar todo. A los nervios de la carrera hay que unir la tensión de organizar la logísitica, el envío de las bicis, AVEs, hoteles. Algunos de nosotros con recién nacidos... Una vez más, todo se organiza a la perfección aunque no sin ciertas dosis de estrés. Pero conseguimos llegar a Calella, algunos el viernes y otros el sábado.

Llegar a Calella fue un poco efecto bálsamo, por lo menos para mi. Ahí se pasaron un poco los nervios y empecé a disfrutar del ambiente, la Expo y sobre todo del grupo. Se respiraba deporte, se respiraba reto, se respiraba unas ganas inagotables de superación. El efecto contagio de esto es brutal y con un grupo tan grande, se multiplicó. Muchos conocíamos nuestras limitaciones. Pero no tenía ninguna duda: terminaríamos todos y cada uno de nosotros.
El despertar del domingo (para los que dormimos algo) no por ser tan esperado dejó de ser duro. Se confirmaban las noticias: mala mar. Cada vez crecía en mi la sensación de que el agua iba a ser fundamental. No asustaba ni la bici ni la media. Pero la natación, asustaba un poco. Salíamos en el primer grupo, con los buenos y eso también imponía un poco aunque también tranquilizaba salir pronto y nadar tranquilos.

A las 6am salimos un grupo hacia la salida. Hinchamos ruedas, últimos preparativos. Y a las 7am ya estabamos preparados. Estaba amaneciendo y salía el sol. El día prometía ser bueno contrariamente a las previsiones. Pero en mi cabeza seguía el mismo pensamiento: hay que salir del agua. Nos metemos en el box de salida, algunos habían calentado un poco en el agua. Yo no. Prefería no saber el grado de corriente que había. Los nervios se calmaron con la aparición de nuestros fans incondicionales: Nora, Inés, Marta y por supuesto nuestro gran Charles, no podía faltar él con su cámara para inmortalizar este día.

A las 7.30 suenan las campanas y salimos hacia el mar. La entrada en el agua fue tremenda. Bastante oleaje. Costaba nadar. Y ahí se imponía mantener la calma y usar la cabeza. "No pasa nada Diego", me decía. "Concéntrate y a tu ritmo llegarás seguro. Haz tu carrera". Y la hice, pero complicado. Me desviaba constantemente, no veía las bollas. En el tramo final se hicieron dos grupos y uno de ellos iba directo a meta sin pasar por la última bolla. "No puede ser", me decía. Efectivamente, yo iba en el grupo desviado y tuve que volver para atrás para bordear la última.

Al salir del agua me costaba mantener el equilibrio, entre la arena blanda y el mareo propio del nado, salí sin fuerzas del agua. Me dirigí a por la Bike Bag y vi que la mía era la última o de las últimas. Mi moral empezó a bajar. Ya pensaba: "joder otra vez la puta natación". Y ahí apareció la figura de mi mujer, Marta, para animarme: "Venga que vas muy bien". Sabía que no era verdad, o tal vez sí? Pero en cualquier caso me animó. Transición lenta, 6:42 creo. Barritas, guantes, casco, gafas... Conseguí agarrar mi bici y morder la primera barrita. Y empecé a encontrarme bien.

Poco a poco fui cogiendo confianza en la bici. Veía que mi ritmo era bueno. 35-40km/h en el primer tramo. Luego llegó la desviación, bastantes kms de subida. Duro, pero otra vez tiré de tarro: "Tranquilo Diego, todo lo que sube luego tiene que bajar". Y mantuve mi ritmo controlando las pulsaciones. No más de 160. Efectivamente la bajada mucho mejor. Y a partir de ahí, cuenta atrás para llegar. Enseguida vi que iba a cumplir mi objetivo en bici: 3 horas clavadas.

Dejé la bici. Transición más rápida ésta. Salgo de la carpa y me encuentro con Zuzu. "Pablo viene detrás", me dice. "Cojonudo", pienso. Un poco de compañía. Sabía que en breve me cogería. Un poco más adelante, apareció de nuevo Marta, chocamos nuestras manos. "Venga que vas muy bien!!". Seguí corriendo mientras pensaba: "¿Como es capaz de mirarme como si fuera el mejor si voy hecho una mierda?". Ante ese pensamiento, di la vuelta y retrocedí unos metros para darle un beso. "Pero que haces?" me dice. "Corre, corre!!!!". Y ahí me fui, muy suave. Sabía que quedaba lo más duro, pero sabía también que iba a llegar. Sabía que mis dos maratones me darían las tablas y la fuerza mental necesarias para llegar a meta, fuese como fuese. Pablo me cogió en seguida. "Tira" le dije. "No, hasta el 10 voy contigo y luego aprieto si puedo". Pablo siempre igual: un compañero de fatigas ejemplar. Yo iba bien, pero muy despacio. Necesitaba llegar al 10.

Al poco rato, se nos unió Jacobo, otro crack que aguanta lo que le echen. Al poco Jacobo y Pablo se fueron, y me quedé solo. Otra vez a tirar de tarro: paciencia Diego, paciencia. A partir del 11.6, donde das la vuelta, mucho más fácil. Paraba en todos los avituallamientos, y me ponía púa. Descubrí la coca-cola como bebida energética. Me sentó muy bien.

La llegada fue espectacular. La entrada en Calella me puso los pelos de punta. Todo el mundo animando. "Venga que ya queda poco!!" Iba ya muy cómodo. Apretando los puños. Lo has conseguido, pensaba. La cuesta última ni la noté. Sabía que era el final. Me podían haber puesto una pared vertical que no me habría importado. Esto estaba hecho. Y llegué. Entré en el estadio, y una vez más, lo primero que veo: mi mujer. "Muy bien, muy bien!!!".

Llevaba pensando en ese momento desde que empecé a correr. Esa era mi gran recompensa. Disfruto como nunca de los últimos metros. Sensación increíble. Nudo en la garganta. Me santiguo, miro al cielo: "VA POR TI, JEFE". 6 horas 16